¿Te gustan las verduras y, especialmente, la coliflor? En este artículo queremos contarte todos las propiedades de la coliflor, así como su origen, historia y la mejor forma de cultivarla. Sigue leyendo.

¿Qué es la coliflor y cuál es su origen?

La coliflor es un vegetal perteneciente a las variedades de Brassica oleracea, y se reproduce a partir de sus semillas. Esta planta se produce durante todo el año, pero la temporada perfecta para su cultivo se da entre el mes de septiembre y el mes de enero. La mejor zona para su cultivo se encuentra en el hemisferio norte.

La coliflor pertenece a la familia de las crucíferas, que cuenta con cerca de 3 000 especies que se suelen encontrar, como hemos mencionado, en el hemisferio norte en zonas templadas o frías. El género Brassica (nombre científico de las coles) engloba multitud de variedades, además de la coliflor, como por ejemplo el brócoli, la col lombarda, el nabo y el rábano, entre otros…

La temperatura ideal para su correcto desarrollo oscila entre los 15 grados y los 21, pudiendo variar ligeramente. Precisamente, gracias a su adaptabilidad, existen multitud de variedades con distintas opciones de adaptación al clima. Así, podemos distinguir entre variedad temprana, semitemprana y tardía.

Para que su cultivo sea un éxito, el suelo debe ser rico en materia orgánica, además de ser bastante húmedo. El pH ideal para su crecimiento es casi neutro. Uno de los aspectos más importantes para que su cultivo prospere es que el suelo debe ser lo más firme posible, poco mullido, para que la pella de la coliflor pueda formarse correctamente. Para conseguir esto, es necesario abonar la tierra y apisonarla, para que quede totalmente compacta y se den estas condiciones.

Frecuencia de riego

La coliflor requiere de grandes dosis de agua para su crecimiento. Dependiendo del clima en el que se encuentre, requerirá mayor o menor frecuencia de riego; lo más relevante es asegurarse siempre de que el suelo está lo suficientemente húmedo, sin que llegue a haber charcos.

Aquí te dejamos algunas de las variedades más conocidas de esta verdura:

• Coliflor verde: en este caso se permite la exposición al sol, lo que hace que se desarrolle la clorofila. Esto hace que la coliflor verde sea una variedad más aromática y con una mayor concentración de vitamina. Una de las más famosas dentro de esta variedad es el romanesco.
• Coliflor morada: en la coliflor morada abundan las antocianinas. Se trata de unos pigmentos que gozan de acción antioxidante y le proporcionan su color violeta. Cuando la cocinas, este color va transformándose en un verde amarillento.
• Coliflor blanca: esta es la variedad que más conocemos y con la que más solemos cocinar en casa. Esta es blanca porque se cultiva colocando por encima de la flor las hojas verdes que hay alrededor de ella. De esta forma se evita que le dé el sol y se inhibe la clorofila.

Historia de la coliflor

Esta verdura es originaria del Mediterráneo oriental (Líbano y Siria). Antiguamente, no se comía, sino que más bien se utilizaba como remedio para ciertas dolencias, como la diarrea e, incluso, para tratar los dolores de cabeza.

Más tarde su cultivo comenzó a extenderse desde Italia a todo el Mediterráneo, aprovechando las prósperas relaciones comerciales que se dieron durante el siglo XVI. Fue también entonces cuando llegó a Francia e Inglaterra. Ya en el siglo XVII su cultivo se había expandido por casi toda Europa y, finalmente, en el siglo XVIII llegó a nuestro país.

¿Sabías que China es el mayor productor de coliflor a nivel mundial en la actualidad? Así es, aunque ciertamente su cultivo es habitual en todo el mundo.

Beneficios nutricionales de la coliflor

La coliflor se compone principalmente de agua, por lo que es un alimento con un bajo nivel calórico. Es una excelente fuente de fibra, vitaminas y minerales. Entre las vitaminas que le aporta a nuestro organismo destacan la vitamina C, la B6 y los folatos. En menor cantidad, contiene también vitaminas B1, B2 y B3.

En cuanto a los minerales que nos proporciona su consumo, podemos nombrar el potasio y el fósforo y, en menor cantidad, el hierro, el magnesio, y el calcio.

Diferencias entre el brócoli y la coliflor

La diferencia más obvia entre una verdura y otra es su color. El brócoli tiene ese color verdoso, debido a que contiene más pigmentos que también son nutritivos, como la clorofila. Pero, además de la clorofila, también contiene carotenoides y luteína.

Por otro lado, si bien es cierto que la vitamina A está presente tanto en la coliflor como en el brócoli, este último tiene una mayor concentración de ella. Recordemos que la vitamina A es fundamental para mantener una buena salud visual, entre otras muchas funciones.

En cambio, si hablamos de potasio, gana la coliflor. Este mineral favorece un buen funcionamiento muscular, por lo que, si entrenas a menudo, es un alimento perfecto para ti. El brócoli también cuenta con una mayor concentración de vitamina

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Ambas son ricas en vitaminas del grupo B, sobre todo ácido fólico, así como también en vitamina C, E y K. Como hemos mencionado, contienen minerales como potasio, calcio o magnesio.

Su elevado contenido en agua, junto con su bajo nivel de grasas e hidratos de carbono, las convierten en el alimento ideal para la dieta, ya que se puede comer todos los días. Por último, no podemos olvidar la gran cantidad de fibra que aportan, lo que también les confiere un efecto saciante y detoxificante.

Como puedes comprobar, la coliflor es un excelente alimento, con el que, además de no tener que controlar su ingesta, podrás elaborar multitud de recetas. Esta verdura admite cualquier tipo de acompañamiento o salsa, además de poder consumirse fría, en ensalada, o caliente.

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